Él era el demonio andante, que consigo traía el infierno detrás, y como una polilla llamada por la luz de sus llamas caí en sus garras. Levithen Krause era lo último que esperaba que llegara a mi vida, era lo que no quería, no después de vivir aquello. Porque era peligroso, candente y arrogante. Su aura peligrosa me atrajo. Cómo mi inocencia, lo atrajó a él, pero estaba tan equivocado. Yo, Navier Graham, no era tan inocente como lo aparentaba, y cuando él se enterara el caos se desataría. Y no habría dónde esconderse.